LA COSTA DE AMALFI
Cuarenta kilómetros de costa divididen Salerno y Positano, y una vez aquí lo harán otros diez para llegar a Sorrento.
Paso a paso, aquí están todos los lugares que no se pueden perder en su viaje en el costal de Amalfi: Vietri sul Mare – Cetara – Erchie – Maiori -Minori – Atrani – Amalfi – Conca dei Marini – Furore – Ravello – Praiano – Positano.
Vietri sul Mare (Salerno: 3 Km)
Alojarndo en nuestro B & B la costa de Amalfi està como a tres kilómetros (a pocos minutos de distancia en tren, autobús o taxi), exactamente los que nos separan de la pintoresca ciudad costera de Vietri sul Mare.
La cúpula de la iglesia de San Giovanni Battista, con sus hermosos azulejos, es la primera señal de bienvenida con la que la “costa divina” acoge a los visitantes a la salida de la autopista.
Vietri es conocida en todo el mundo por su cerámica artística: merece la pena navegar a través de las tiendas para comprar uno de los mejores artefactos en exhibición, o simplemente elegir un objeto original de traer a los amigos al regreso del viaje.
Cetara (Salerno: 7 Km)
Unas vueltas después de Vietri sul Mare se llega a Cetara, tranquilo pueblo de pescadores que aún conserva el encanto de antaño. Aquí la marinería y la pesca revive cada año, en agosto, con el Festival del Atún, siempre momento preferido de los pescadores de Cetara. Hay una playa muy popular por todo el país, pero deteniéndose en el camino costero se puede acceder (bajando un par de escaleras) a una hermosa cala con una playa o zona de baño.
Erchie (de Salerno: 8 Km)
La playa de Erchie es más ancha que la de Cetara y el mar sigue igualmente limpio. El pueblo no es muy grande y no ofrece muchas cosas que hacer (salvo una bonita iglesia que hay que visitar), pero es el lugar ideal para pasar un día en el mar sin la fatiga de hacer largas escaleras.
Maiori (Salerno: 18 Km)
A Maiori el contexto es animado gracias a los muchos jóvenes que se van a la larga playa de arena y guijarros y que cumplan hasta altas horas de la noche en cafés y restaurantes que dan al paseo marítimo.
El país todavía ofrece muchas cosas que visitar, como el Castillo de San Nicolás de Thoro-Plano, la Colegiata de Santa Maria a Mare (siglo XIII) y la Abadía de Santa María de Olearia.
Un evento de sabor especial tiene lugar durante la Pascua (Lunes de Pentecostés), cuando un gran número de devotos acuden al Monte Mirteto en la iglesia de l’Avvocata, para rendir homenaje al ritual típico de tammurriata (homenaje a la Virgen).
Minori (de Salerno: 20 km)
La “hermana pequeña” de Maiori tiene una personalidad y un encanto propio, que se manifiesta plenamente en la atmósfera de la aldea y se recoge en los numerosos monumentos e iglesias de este pedazo de tierra bañada por el mar.
Además de la Basílica de Santa Trofimena vale la pena visitar la Villa Romana Marítima (que alberga valiosas reliquias y los mosaicos de la época), el Campanile y la Cofradía de la Santísima Anunciación. Sacramento.
Amalfi (Salerno: 23 Km)
Amalfi es un lugar que te dejará sin aliento desde el primer vistazo: bañada por el sol casi todo el año, esta pequeña ciudad enmarcada por montañas se inclina suavemente hacia el mar azul.
Mirándolo de esta manera, con esta aria tan relajada, parece casi imposible pensar que hace mil años ha sido tan diligente como para dominar el tráfico marítimo en el Mediterráneo. Las huellas de este pasado glorioso se pueden encontrar en los Antiguos Arsenales de la República de Amalfi, donde se construían galeras, y en el Código Marítimo de Amalfi (conocido como “Tabula de Amalpha”), una copia del cual, escrito en el “400, se conserva en el Museo Civico.
Caminando por las calles del casco antiguo se encontrará la imponente Catedral de San Andrés, de estilo árabe-normando, con su famosa escalera dominando la plaza central del pueblo. Cruzando la magnífica puerta bizantina, fundida en Constantinopla en 1066, el interior de tres naves llama la atención por la belleza de los pilares cubiertos con mármol policromado, artesonado en oro, plata y pinturas preciosas. Desde la Catedral pasamos el Claustro del Paraíso, una pequeña joya en la que revive la magia de los palacios de Oriente Medio, y de esto entramos en el Museo Diocesano de la Basílica del Crucifijo en el que los ornamentos litúrgicos, esculturas, mosaicos y otros tesoros impresionan. La Regatta de las repúblicas marítimas antiguas es un evento deportivo de recreación histórica, establecida en el 1955 con el objetivo de evocar las empresas y la rivalidad de las más reconocidas repúblicas marítimas italianas: las de Amalfi, Génova, Pisa y Venecia, durante el que luchan cada uno de los representantes de cada una de las repúblicas. Este evento, celebrado bajo el alto patrocinio del Presidente de la República Italiana, se celebra anualmente en un día entre finales de mayo y principios de julio, y se encuentra alojado en rotación entre estas ciudades. La regata está precedida por un desfile histórico, en el que marchan por las calles de la ciudad anfitriona algunas figuras que asumen el papel de personajes antiguos que caracterizaron cada república.
Atrani (Salerno: 24 Km)
Atrani es el lugar ideal para alojarse para la cena después de un día en la costa y degustar deliciosos platos de pescado y marisco.
Ravello (Salerno: 29 Km)
Construido en el siglo VI, Ravello está situado en uno de los más extensos sitios en el golfo.
Inmerso en su belleza arquitectónica y su encantador paisaje, Ravello està considerada como la más preciada joya de la costa de Amalfi, que se alcanza a través de una de la belleza más sugerente. Por esta razón, ha sido un destino favorito para los viajeros, intelectuales, artistas, músicos, como Boccaccio, Wagner, y muchos otros, que aquí se inspiraron para sus obras.
El pueblo aún conserva su aspecto medieval: las retorcidas calles, casas, iglesias con mosaicos maravillosos atestiguan la influencia bizantina y árabe en el sur de románico.
Para visitar:
- Villa Rufolo
Su origen se remonta a los siglos XIII y XIV y perteneció a la familia Rufolo, entonces el Confalone a Muscettola, D’apenada y, finalmente, en la mitad del siglo XIX, el escocés Francis Neville Reid.
El edificio, de tres pisos de estilo árabe, albergó importantes personajes como el Papa Adriano IV y el rey Roberto de Anjou.
En los hermosos jardines exóticos de Villa Rufolo, Wagner encontró el jardín ideal de Klingsor Parsifal; en su terraza con vistas al mar se celebra hoy el famoso Festival de Wagner.
- Villa Cimbrone
La podríamos definir la creación visionaria de un señor Inglés. Su historia es controvertida, pero, sin duda, el resultado es fascinante. El sitio de Villa Cimbrone, así como su nombre, es antiguo: era un gran terrateniente posesión de la familia noble Acconciagioco, sobre la que había una gran casa de campo de estilo rústico. El exuberante jardín de la villa, con sus estatuas dispersas, templos, inscripciones, fuentes, cuevas naturales y barrancos hecho a mano, que culminó con el espectacular mirador del Infinito, de donde la vista se extiende y se expande para captar la opinión de que Gore Vidal llamado “el más hermoso del mundo.”
- Festival de Ravello
Ravello y sus villas son el escenario de este festival de música llena de conciertos de música clásica y jazz. La inspiración que Wagner encontró aquí para su obra maestra Parsifal, ha significado que este gran artista a menudo se celebra durante la temporada de conciertos e hizo Ravello famoso en todo el mundo como la “Ciudad de la Música”.
Conca dei Marini (de Salerno: 30 km)
Llamada así por la morfología característica del lugar, es un pintoresco pueblo de pescadores que se encuentra sobre una cresta rocosa. Aquí el mar es cristalino y nadar es una experiencia que no olvidarás.
Furore (Salerno: 33 Km)
Inmediatamente después está la pequeña Furore y su fiordo, donde hay una gran abertura de roca donde el mar espuma y se agita.
Praiano (Salerno: 35 km)
La playa de Marina de Praiano es un oasis de tranquilidad y belleza entre dos acantilados. Se puede llegar fácilmente en coche (hay buen aparcamiento) o tomar un autobús o directamente en barco desde Amalfi.
También en Praiano està la Cala Gavitella, quien tiene un registro en particular por ser el único lugar en las zonas costeras, donde el sol no se desliza detrás de las montañas antes de la puesta del sol: gracias a su exposición al oeste, con vistas a Capri, Positano y la isla de Li Galli, en esta playa se puede tomar el sol hasta tarde.